Oh gosh, oh gosh. Hoy el día fue espantoso. El temblor realmente me asustó; mantuve la calma, pero por dentro estaba temblando. Pensé que el edificio donde vivo se caería y... Oh gosh, ¡fue tan tremendo!
De este día no salió casi nada bueno. No tuve clases, pero créanme, si para ello tiene que ocurrir un temblor, prefiero tenerlas todas. Además hoy
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